martes, 27 de noviembre de 2012

VERDAD, PALABRA DE DIOS


Dicen que dicen y hablan
Siempre hablan, no saben callar
Prometen y perjuran, por siempre jamás
Alguien dijo que estaba bien mentir
Que los dioses sonreirían
Sabía decir
Y desde entonces, antes tal vez
lloran los dioses


viernes, 16 de noviembre de 2012

sábado, 10 de noviembre de 2012

viernes, 9 de noviembre de 2012

OVILLEJOS. Cervantes

                                    

¿Quién menoscaba mis bienes?
Desdenes.
¿Y quién aumenta mis duelos?
Los celos.
¿Y quién prueba mi paciencia?
Ausencia.
De ese modo en mi dolencia
ningún remedio se alcanza,
pues me matan la esperanza
desdenes, celos y ausencia.

¿Quién me causa este dolor?
Amor.
¿Y quién mi gloria repugna?
Fortuna.
¿Y quién consiente en mi duelo?
El cielo.
De ese modo yo recelo
morir deste mal estraño,
pues se aumentan en mi daño
amor, fortuna y el cielo.

¿Quién mejorará mi suerte?
La muerte.
Y el bien de amor, ¿quién le alcanza?
Mudanza.
Y sus males, ¿quién los cura?
Locura.
De ese modo no es cordura
querer curar la pasión
cuando los remedios son
muerte, mudanza y locura.


MONSTERS


Gregory is not a monster, not until…
he becomes one.

 Gregor Samsa could tell you more about this, he knows well: he turned into a horrible insect one day. No one loved him after that.

But how can a boy be transformed into a monster? How can it be if he is surrounded by a loving and caring family?


Don't be afraid, this is just a scary story. "There's no such thing as monsters", or... is there?

          


viernes, 2 de noviembre de 2012

KAFKA Y WILDE: Amor a primera vista


La contención desmesurada o el exceso excelso.
¿Elegir? No acontece la democracia.
Kafka soñaba con ser el elegido, amado siempre a su pesar, “ven, siéntate a mi diestra”.  Dame tu verbo. Créame. Sé que no te perderá una blusa blanca.
¿Wilde? Tonto, tonto, tonto. Mira que obnubilarte por aquel niño rubio… Era un poco efebo, cierto. Pero ¿qué sería de él sin ti? Sólo tú lo creaste, lo creíste y tanto amaste tu obra que te entregaste a ella. Fue tu perdición. Caprichoso Wilde, te dejaste cegar por los destellos de la luz sobre tu vajilla azul.

Ego te absolvo.