miércoles, 26 de diciembre de 2012

Esperé un dios en mis días. Luis Cernuda


Esperé un dios en mis días
para crear mi vida a su imagen,
mas el amor, como un agua,
arrastra afanes al paso.

Me he olvidado a mí mismo en sus ondas;
vacío el cuerpo, doy contra las luces;
vivo y no vivo, muerto y no muerto;
ni tierra ni cielo, ni cuerpo ni espíritu.

Soy eco de algo;
lo estrechan mis brazos siendo aire,
lo miran mis ojos siendo sombra,
lo besan mis labios siendo sueño.
He amado, ya no amo más;
he reído, tampoco río.


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